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Cuenta atrás en la redistribución de distritos: los Latinos lideran el crecimiento de la población, pero pierden peso en el voto

A pesar de liderar el crecimiento de la población estadounidense en la última década, los latinos han perdido peso como votantes ahora que dos tercios de los estados han completado su proceso de redistribución de distritos.

Mientras las páginas políticas llevan cuenta de cuantos distritos son demócratas y cuantas son republicanos, organizaciones defensoras del empoderamiento latino están ocupadas demandando a ambos partidos en estados clave por diluir poblaciones latinas para preservar sus distritos partidarios. 

Lo mismo está pasando con defensores de otros grupos de minorías étnicas en crecimiento.

Los peores ejecutores del llamado “Gerrymandering” o manipuleo de distritos son los republicanos, pero también ha ocurrido en algunos estados donde los demócratas dominan el proceso, como Illinois.

Así lo definió recientemente un editorial del periódico The Washington Post:

“Los encargados de trazar las líneas en muchos estados están limitando agresivamente el número de distritos en los que las minorías tienen posibilidades de ganar, dirigiéndose precisamente en la dirección equivocada a medida que crece la población no blanca del país”

Según Thomas A. Saenz, presidente y Asesor Legal General de MALDEF (Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal y Educación), hay dos estados que representan lo mejor y lo peor de la redistribución para los latinos.

En California, donde el trabajo de dibujar los nuevos distritos electorales tras el Censo recae en una comisión independiente formada por ciudadanos (no por políticos creando sus propias líneas) el crecimiento latino rindió frutos con la creación de cinco nuevos distritos con más de un 50% de votantes latinos.

Tres de los distritos de mayoría de votantes latinos están en el Valle Central, una zona que no ha tenido hasta ahora un representante de ese grupo a pesar de representar una mayoría de población en seis condados del Valle.

Sáenz dijo que tener a una comisión independiente en California ayudó a que se rindieran buenos resultados apegados al Acta de Derechos del Voto.  “Gracias a que tenían buenos asesores legales”, acotó.

En el otro extremo está Texas, un estado donde prácticamente todo el crecimiento de población fue no-blanco y donde la población latina es casi equivalente a la blanca: Texas aumentó casi 11 residentes hispanos por cada residente blanco adicional desde 2010.

En Texas no hay una comisión independiente: el trabajo recae en su legislatura mayormente republicana y su gobernador del mismo partido.

“Texas tiene un historial singularmente deplorable en su constante desprecio por el crecimiento de la población latina a lo largo de medio siglo de redistribución de distritos”, dijo Saénz.

El pasado mes de octubre, MALDEF demandó a Texas alegando que violó el Acta de Derechos del voto al diluir el voto latino. “Esta es la primera vez que Texas puede llevar a cabo este proceso sin monitoreo de los tribunales (pre-clearance) y abusaron todo lo que les fue posible”, añadió Sáenz. “Con ellos vamos a tener que litigar mucho más que antes de Shelby County”.

Shelby County fue una decisión de la Corte Suprema de la Nación en 2013 que eliminó el requisito de monitoreo de estados cuya historia los identificara como violadores del derecho al voto.

Si bien los distritos latinos añadidos en California probablemente compensen en número a los que se perdieron -o a los que no se añadieron- en Texas, ese reamente no es el punto, dijo Sáenz.

“California no puede cubrir todo, tuvimos tanto aumento de población que nos merecemos más, deberíamos haber aumentado distritos no sólo en California, sino en Texas, Illinois y otros estados”, apuntó.

MALDEF también demandó al estado de Illinois donde los demócratas dominan el proceso, por haber usado aproximaciones y no las cifras del Censo -que se retrasaron para todos- alegando que era inconstitucional.

Arturo Vargas, CEO de NALEO (Asociación Nacional de Funcionarios Latinos), dijo que el retraso en las cifras finales del Censo 2020, debido a la pandemia y los manejos del gobierno de Donald J. Trump que resultaron en litigación, afectaron también el proceso. 

A esto se añade el probable subconteo de Latinos y otras minorías en las cifras finales.

“A pesar de que no se contó bien a los latinos por diversas razones, nuestra población lideró en aumento democrático, por eso nos extrañó que estados como Arizona no tuvieron un nuevo escaño en el Congreso y que Florida tuvo solo uno nuevo”, dijo el líder latino.

En Florida, organizaciones Latinas y de derechos civiles están alerta desde que el gobernador Ron DeSantis decidió presentar sus propios mapas que perjudican a las minorías, tanto latinos como afroamericanos, agregó Vargas.

La Corte Suprema del Estado rechazó la semana pasada la presión de DeSantis de conseguir un fallo para invalidar el distrito congresional del representante Al Lawson que une áreas de votantes afroamericanos. El gobernador dividió su distrito en tres de tendencia republicana.

En Colorado, la comisión independiente formó distritos más competitivos- menos tendientes a uno u otro partido- pero no más latinos.

La posibilidad de que los latinos puedan elegir a representantes de su preferencia -no tienen que ser latinos los elegidos- pero teóricamente si responder a los intereses de los electores, es un elemento esencial de la representación y de la creación de políticas y leyes, dijo Clarissa Martinez de Castro, vicepresidenta de Unidos US, una organización nacional que cabildea por los intereses latinos.

“El “gerrymandering” partidario y racial tiende a crear distritos en los cuales los partidos -y principalmente el republicano en tiempos recientes- buscan como proteger a sus miembros, en su mayoría favoreciendo las perspectivas extremas que no reflejan lo que la mayoría de la gente opina en una región o estado.

“Cómo esos funcionarios no tienen que competir, se sienten protegidos y no les importa negociar o producir soluciones”, añade Martínez de Castro. “Por eso muchos de los temas que sabemos que la mayoría de los estadounidenses favorecen, se estancan en el congreso, sea inmigración, reglamentos de armas, cambio climático”.

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