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La larga y desestimada historia del Año nuevo lunar en EE.UU.

Los asiático-americanos han desarrollado tradiciones del Año Nuevo Lunar influidas por la inmigración, las relaciones internacionales y las complicadas relaciones con la sociedad estadounidense.

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En todo el mundo, el Año nuevo lunar se celebra de muchas formas únicas: como 春节 (Fiesta de la Primavera) en China, Tết Nguyên Đán en Vietnam, 설날 (Seollal) en Corea, ལོ་གསར་ (Losar) en el Tíbet, Цагаан сар (Tsagaan Sar) en Mongolia, por no hablar de las comunidades de la diáspora en todo el mundo.

Aunque a menudo se habla de las tradiciones antiguas, la historia más reciente de estas celebraciones es menos conocida. En Estados Unidos, los estadounidenses de origen asiático desarrollaron sus propias tradiciones del Año nuevo lunar, influidas por la inmigración, las relaciones internacionales, el orientalismo y las complicadas relaciones con la sociedad estadounidense en general.

Los orígenes del término “Año nuevo lunar”

El término inglés “Lunar New Year” (Año nuevo lunar) es en realidad un término inapropiado: La festividad se basa en un calendario lunarsolar, no un calendario estrictamente lunar.

Los calendarios lunares tienen un defecto importante: 12 ciclos de luna llena duran unos 354 días, poco menos que un año solar. Para subsanar esta deficiencia, muchas culturas incorporan patrones solares a sus calendarios.

Se especula que el calendario utilizado por muchos países dentro de la esfera de influencia de China se originó durante la dinastía Xia (2070 – 1600 a.C.). Aunque el Año nuevo basado en este calendario pudo haberse celebrado durante la anterior dinastía Shang, su fecha se corrigió durante la dinastía Han, hace aproximadamente 2000 años.

Sin embargo, no todas las culturas que celebran el Año nuevo lunar utilizan este calendario. Por ejemplo, Tíbet y Mongolia utilizan sus propios calendarios para determinar las fechas de Losar y Tsagaan Sar, respectivamente. Estas fiestas no siempre coinciden con las fechas del Año nuevo de origen chino, lo que señala la falta de especificidad del término “Año nuevo lunar” y el aún más inexacto “Año nuevo chino”.

Entonces, ¿de dónde procede el término inglés “Lunar New Year”? Una teoría sitúa sus inicios en la década de 1920, durante el apogeo de la expansión colonial occidental: Algunos ejemplos son un misionero en China, un escritor de viajes en el Vietnam ocupado por Francia y un viajero en tren en Changsha, China.

La historia de las celebraciones del Año nuevo lunar en Estados Unidos

Según el Smithsonian, la primera celebración documentada del Año nuevo lunar en Estados Unidos fue un “banquete” organizado por un empresario chino para los asistentes estadounidenses de clase alta el 1 de febrero de 1851. La primera celebración comunitaria tuvo lugar en la década de 1860, cuando los inmigrantes cantoneses de San Francisco fusionaron las prácticas tradicionales del Año nuevo con un formato exclusivamente estadounidense: el desfile.

Como escribe Chiou-Ling Yeh en “Making an American Festival: Chinese New Year in San Francisco’s Chinatown“, los primeros desfiles del Año nuevo chino fueron objeto de discriminación. La policía, por ejemplo, prohibió los petardos de Año nuevo, a pesar de que los fuegos artificiales se pasaban por alto durante las celebraciones del 4 de julio. A lo largo de las décadas siguientes, las celebraciones del Año nuevo chino fueron objeto de xenofobia, bloqueos policiales, restricciones para enviar dinero a casa y prohibiciones de importación de artículos de Año Nuevo. 

En 1912, la República de China de Sun Yat Sen eliminó la festividad para distanciarse de la recién desaparecida dinastía Qing. Para mostrar su apoyo al nuevo gobierno, la mayoría de los chinos estadounidenses dejaron de celebrar la fiesta. Sin embargo, pronto se reanudaron las celebraciones, aunque con un espíritu diferente.

En 1931, la Cámara de comercio china de San Francisco organizó un Desfile del Año nuevo chino. Los dirigentes se dieron cuenta de que las representaciones orientalistas de la cultura asiática atraerían negocios al barrio chino (Chinatown). Como resultado, el evento contó con nuevas adiciones dirigidas específicamente a un público forastero, como mujeres chino-americanas que servían a los invitados como “criadas chinas”. Este cambio, escribe Yeh, hizo que los festivales fueran menos accesibles para la comunidad china: Se volvieron a prohibir los petardos después de que los visitantes blancos los hicieran explotar de forma insegura y los actos tenían asientos limitados y costosos que excluían a la población local.

Durante la Guerra fría, los chino-estadounidenses estaban sometidos a otro tipo de escrutinio: la presión para demostrar su lealtad a Estados Unidos. Así, el renacimiento del desfile en 1951 en San Francisco fue explícitamente anticomunista, para demostrar el patriotismo de la comunidad. Estas celebraciones continuaron cuando el Año nuevo fue cancelado de nuevo bajo el gobierno comunista chino, desde 1967 hasta su reinstauración como “Fiesta de la primavera” en 1980.

La década de 1970 también marcó la llegada de refugiados de Vietnam, que trajeron consigo las celebraciones de su año nuevo, Tết. Para estos refugiados, sin embargo, Tết estaba marcado por el trauma de la guerra y la nostalgia y teñido por los recuerdos del ataque por sorpresa de la coalición norvietnamita durante la ofensiva de Tết en 1968.

Al mismo tiempo, las celebraciones del Tết promovían el apoyo intracomunitario y la preservación de la identidad cultural. Una celebración en 1977 en Nueva York, por ejemplo, recaudó dinero para ayudar a otros refugiados vietnamitas que aún permanecían en Asia. Mientras tanto, organizaciones de base vietnamitas en Virginia organizaron un festival Tết para los refugiados locales en 1979.

Por su parte, muchos coreanos también llegaron a Estados Unidos en la década de 1950. Sin embargo, la celebración de su Año nuevo o Seollal, se vio afectada por una larga historia de represión en su país de origen. El Seollal se prohibió durante la ocupación japonesa en 1907 y siguió estando prohibido durante la dictadura de Syngman Rhee. Aunque se siguió celebrando de manera informal, no se restableció oficialmente hasta 1989. Este complejo pasado hace difícil precisar la historia de las celebraciones del Seollal en Estados Unidos.

El Año nuevo lunar en la actualidad

Centrarse exclusivamente en las antiguas raíces del Año nuevo lunar puede borrar la historia actual de cómo han evolucionado las celebraciones en todo el mundo. Al fin y al cabo, esta festividad se celebra hoy en día en todo el mundo: Tailandia, Malasia, Singapur, Australia, Canadá, Surinam y muchos otros países, cada uno de ellos con comidas, actos y otras costumbres propias de cada lugar.

En los Estados Unidos, el Año nuevo lunar se reconoce y celebra popularmente. California reconoce oficialmente esta festividad y se está trabajando para que sea reconocida a nivel federal. El Desfile del Año nuevo chino que se celebra en San Francisco es el mayor de su tipo fuera de Asia; organizaciones de todo el país han planificado actos para Tết, Losar, Seollal, junto con ferias del Año Nuevo Lunar. Y lo que es más importante, esta popularidad también conlleva un creciente reconocimiento de las diversas comunidades que lo observan: El término “Año nuevo lunar” ha adquirido un significado importante como forma de reconocer estas celebraciones, a menudo pasadas por alto, de las comunidades no chinas.

En última instancia, el Año nuevo lunar en Estados Unidos es multidimensional: un reflejo de las experiencias y luchas de las comunidades asiático-americanas, de la cambiante relación de la diáspora con su herencia y, sobre todo, un momento para compartir con la familia, alegría, relajación y reflexión para dar la bienvenida al nuevo año.

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