Los defensores de los parques están sonando la voz de alarma sobre el grave estado de los parques urbanos de Los Ángeles.
La crisis de los parques locales se está agravando frente a continuos retrasos en el mantenimiento, fondos existentes que se agotan y amenazas de recortes presupuestarios.
El Departamento de ocio y parques de la ciudad (Department of Recreation and Parks) está de acuerdo y señala otro grave problema: los vándalos han estado dañando las propiedades de los parques, empeorando aún más las condiciones y haciendo casi imposible su reparación.
Los recortes presupuestarios y la reducción de personal propuestos, de ser aprobados, afectarían al núcleo de las operaciones del departamento y al mantenimiento de los parques de la ciudad y pondrían en peligro la seguridad y el bienestar de los visitantes de los parques, dijo Cathie Santo-Domingo, subdirectora general del Departamento de Ocio y Parques.
La ciudad de Los Ángeles se enfrenta este año a un déficit de 469 millones de dólares, de los cuales 289 millones corresponden a gastos imprevistos y 180 millones a un déficit de ingresos. La alcaldesa Karen Bass ha propuesto eliminar 2,000 puestos de trabajo en los departamentos de la ciudad, incluidos 300 puestos a tiempo completo en el departamento de parques, y reducir su presupuesto para puestos a tiempo parcial en 10 millones de dólares. Muchos de los recortes propuestos afectarán la operación y el mantenimiento de estos espacios.
“Si se eliminan esos puestos, ¿cómo vamos a dar mantenimiento a nuestros parques?”, dijo Santo-Domingo. “Es muy preocupante”.
El objetivo del departamento es mantener los parques limpios y seguros, añadió. “Pero los retos a los que se enfrenta nuestro personal de mantenimiento, no es nada que yo haya visto”, dijo. “Ahora es muy duro”.
Los parques sufren repetidos actos de vandalismo hasta el punto de que no se pueden arreglar en un día, dijo Santo-Domingo. Lo que está sucediendo es que se añaden a la creciente lista de proyectos de mantenimiento diferido del departamento, que ya asciende a 2,100 millones de dólares.
“Si tenemos en cuenta los costos de la mano de obra y los gastos de mantenimiento, el departamento tardaría 60 años en ponerse al día con los trabajos pendientes, y resulta mucho más difícil pensar en crear nuevos parques en comunidades que tanto los necesitan”, afirmó Jon Christensen, profesor adjunto del Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles).
Además, la ciudad perderá otros 4 millones de dólares anuales procedentes de los fondos para parques de la Proposición K, un bono que expira en 2026. El año pasado, los votantes rechazaron una medida electoral apresuradamente concebida por el ayuntamiento para sustituir estos fondos por un flujo de ingresos que habría generado 227 millones de dólares al año.
“Ahora mismo estamos en modo de emergencia”, afirma Alfredo González, director de Equidad y justicia medioambiental de Resources Legacy Fund, una organización filantrópica sin ánimo de lucro que apoya a organizaciones comunitarias que trabajan en la renovación y construcción de parques en comunidades desfavorecidas de Los Ángeles. “Tenemos que sustituir esa fuente de ingresos y financiar los parques de forma estable para que no se produzca este auge y caída de fondos. Y tenemos que invertir en los lugares donde hay mayor necesidad de parques”.
González dijo que el condado de Los Ángeles pasó por una experiencia similar cuando caducó una fuente de ingresos locales que financiaba los parques; los votantes rechazaron una primera propuesta de los supervisores del condado para sustituir esa financiación. Entonces, una coalición diversa de organizaciones comunitarias colaboró entonces con el departamento de parques del condado para llevar a cabo una evaluación de las necesidades y elaboró una nueva propuesta centrada en la equidad en la boleta electoral en 2016, la Medida A. Esta propuesta, que detallaba cómo se gastaría el dinero y priorizaba las áreas de alta necesidad. Obtuvo el apoyo del 75% de los votantes y ahora genera cerca de 90 millones de dólares al año.
“Ya hemos recorrido este camino antes”, dijo González. Añadió que algunos de los grupos involucrados en la defensa de la Medida A están debatiendo ahora, a nivel del condado, cómo aprobar una medida similar en la ciudad de Los Ángeles.
A Irma Muñoz, directora ejecutiva de Mujeres de la Tierra, le preocupa que la ciudad nunca vaya a tener suficiente dinero para mantener los parques cuando se están recortando los presupuestos. Ella declaró que los miembros de la comunidad necesitan cuidar de sus parques. “Creo que lo que podemos hacer es inspirar a las personas que viven cerca y alrededor de un parque, a que lo visiten frecuentemente y participen en su gestión y que lo hagan suyo”, dijo Muñoz. Cuando son ellos quienes deciden qué árboles se plantan y de qué recursos disponen en el parque, éste pasa a ser suyo y no de la ciudad”.
“En las crisis presupuestarias”, dijo Christensen, “a menudo se piensa en los parques como algo bonito de tener en lugar de algo esencial para la salud y el bienestar de las comunidades, las familias y los niños, los barrios”.
Esto tiene que cambiar, dijo González. “Nuestros funcionarios públicos tienen que reconocer que los parques son infraestructuras esenciales como los hospitales, como las instalaciones educativas, como las autopistas y las carreteras”, aseguró, “lo cual no está sucediendo ahora”.
Este reportaje ha sido producido por Ethnic Media Services en colaboración con el Laboratory for Environmental Narrative Strategies (LENS) de la UCLA en el marco de la iniciativa Greening American Cities, apoyada por el Bezos Earth Fund.