Desde que terminó la moratoria federal sobre los desalojos, a finales de agosto 2021, las solicitudes de desalojo por parte de los propietarios de viviendas han aumentado en todo el país, sobre todo en las ciudades con las protecciones locales y estatales más débiles. Por el momento, no hay señales del “tsunami” de desalojos que se predijo hace unos meses.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron la moratoria federal sobre los desalojos a principios de septiembre de 2020 para ayudar a detener la propagación del Coronavirus. Muchos estados y localidades respondieron con protecciones para los inquilinos. Se calcula que en Estados Unidos hubo 1.55 millones de solicitudes de desalojo menos de lo normal.
Las nuevas cifras publicadas por el Eviction Lab (Laboratorio de investigación sobre Desalojos) de la Universidad de Princeton muestran que las solicitudes de desalojo aumentaron un 20.4% en todo el país en los tres meses que pasaron desde que finalizó la moratoria, en comparación con los tres meses anteriores, lo que sigue estando muy por debajo de los niveles previos a la pandemia. El número de solicitudes varía mucho según el lugar del país que se considere, las protecciones locales existentes y el grado de asistencia económica y legal disponible para quienes corren el riesgo de perder su vivienda.
Entre el 27 de agosto y el 26 de noviembre, por ejemplo, se presentaron 11,799 solicitudes de desalojo en Las Vegas (Nevada), un 126% del promedio histórico. Las solicitudes de desalojo superaron el 75% de los niveles previos a la pandemia en otras 11 ciudades, entre ellas, Columbus, Tampa, Indianapolis y Milwaukee.
Ciudades con más protecciones, como Nueva York, Albuquerque, Austin, Pittsburg y Richmond, se han mantenido estables en términos de solicitudes de desalojo o estas han disminuido ligeramente. Nueva York está a sólo un 15% de sus niveles históricos, lo que demuestra su fuerte protección a los inquilinos.
“En algunos de los lugares que estamos analizando, actualmente existen limitaciones en cuanto a la posibilidad de presentar una demanda o solicitud de desalojo cuando un inquilino ya ha hecho una petición de ayuda para pagar el alquiler”, dijo Emily Lemmerman, especialista en investigación del Eviction Lab. “Eso es definitivamente algo que podría estar afectando al número de solicitudes de desalojo”.
Lemmerman añadió que las ayudas económicas directas, como la asistencia de emergencia para pagar el alquiler, el apoyo a los ingresos y el Crédito Tributario Federal por Hijos (Federal Child Tax Credit), también podrían estar ayudando. Pero dejó claro que estas cifras podrían no estar reflejando con exactitud todo lo que ocurre en realidad.
“Nos faltan (datos) sobre los desalojos informales: abandono de la propiedad, los cortes de servicios, la intimidación y los inquilinos que se marchan debido al acoso del propietario o a la falta de conocimiento de sus derechos o sobre las ayudas disponibles”, dijo.
De hecho, los activistas y organizadores sobre temas de vivienda que trabajan directamente con la gente afirman que están observando un aumento de los desalojos ilegales en comparación con la época en que la moratoria estaba en vigor.
“Nuestros aliados están observando un aumento del acoso hacia los inquilinos y de los desalojos ilegales, que continuaron durante la moratoria pero que parecen estar aumentando ahora”, dijo Francisco Dueñas, director ejecutivo de “Housing Now!” una coalición de defensa por la justicia en la vivienda de todo el estado de California.
En algunas ciudades, como Dallas (TX), los activistas y defensores de derechos informan que las madres solteras negras se ven particularmente afectadas por el aumento de los desalojos. Las zonas con más protecciones pero con un elevado número de inmigrantes indocumentados, como Los Angeles, podrían estar sufriendo más incidencias de acoso a los inquilinos y desalojos ilegales, añadieron.
Aaron MacDonald, abogado del proyecto de derechos del consumidor del Centro de Ayuda Legal del Sur de Nevada, dijo que los activistas y defensores de derechos locales trabajaron durante toda la pandemia para establecer sólidas protecciones estatales.
Pero las protecciones estatales no son automáticas. Cada inquilino debe presentar algo llamado “respuesta del inquilino” para disputar un desalojo. “Si no lo hacen, serán desalojados sin una audiencia”, dijo MacDonald.
En Dallas (TX), donde las solicitudes de desalojo han aumentado un 45.7%, un nuevo Centro de Defensa contra el Desalojo de Dallas ha contratado a dos abogados a tiempo completo para representar a los inquilinos en casos de desalojo. La gran mayoría son afroamericanos y, entre esas personas, la mayoría son madres solteras, según el abogado Mark Melton. Los latinos tienden a no pedir ayuda, pero él planea contratar a otro abogado bilingüe para ayudar a esa comunidad.
“Por un lado, la Corte Suprema de Texas ha emitido una orden de emergencia que dice que si un inquilino ha solicitado ayuda para el alquiler y el propietario acepta participar en el programa, el caso se retrasa 60 días”, dijo Melton en una entrevista. “Pero a diferencia de otras protecciones locales similares, si el propietario dice que no va a participar, entonces no hay protección para el inquilino”.
Hay pocos datos concretos sobre la raza y el origen étnico de las solicitudes de desalojo más recientes, pero el Center for Budget and Policy Priorities (Centro de Prioridades Presupuestarias y sobre Políticas) y los últimos datos del U.S. Census Household Pulse (Encuesta del Pulso de los Hogares de la Oficina del Censo de los EE.UU.) muestran que el 28% de los inquilinos negros, el 18% de los latinos y el 20% de los asiáticos informan que no están al día con el alquiler, en comparación con el 12% de los inquilinos blancos. La tasa era del 18% para los indios americanos, los nativos de Alaska, los nativos de Hawai, los isleños del Pacífico y los adultos multirraciales, en conjunto.
El paquete de ayuda de diciembre y el Plan de Rescate Estadounidense, que incluía más de $46,000 millones de dólares en ayuda de emergencia para el alquiler, están recién en camino a las personas que están atrasadas en el pago del alquiler, lo que deja a muchos millones de estadounidenses expuestos al desalojo en las próximas semanas y meses.
Translated by Oscar Arteta