Si le está costando cuidar de sus amigos o familiares ancianos o con discapacidades, CalGrows tiene cientos de clases gratis – y de pago – en línea o en persona que le ayudarán.
El programa estatal permite al personal de atención médica a domicilio, el pilar de la atención médica de California, ganar hasta $6,000 para aprender y usar nuevas habilidades. Sin embargo, se acaba el tiempo para que se inscriban las personas encargadas de administrar cuidados, ya que el programa acabará en agosto.
En una sesión informativa organizada por el Departamento de Envejecimiento de California y Ethnic Media Services, los ponentes describieron el programa de cuidados y atención médica, y los incentivos pagados que incluye, agregando un punto de urgencia.
Renita Polk, del Departamento de Envejecimiento de California, citó estimaciones de que para el año 2030, un cuarto de todas las personas en California – 10.8 millones de personas – tendrán por lo menos 60 años y necesitarán otros 3.2 millones de cuidadores y personal de atención médica para aportar “distintos niveles de cuidados”.
“Esto es una inversión tangible en cuidadores, reconociendo su papel vital y representando las diversas comunidades de California y proporcionando a la gente el cuidado de calidad que se merece”, dijo Polk.
“Esto es un problema enorme”, dijo Dr. V.J. Periyakoil, directora del Centro de investigación GE de la Universidad de Stanford y del programa de educación y capacitación en Cuidados paliativos de su Facultad de medicina. “No es un problema suyo, es un problema nuestro”.
La mejora constante de atención médica significa que hay menos muertes súbitas y “la mayoría de nosotros al final vamos a vivir durante años con alguna condición crónica, y morir de múltiples causas”, explicó.
Ya hay personas que sobreviven a diagnósticos de cáncer durante años, que viven con diabetes, que sobreviven a derrames cerebrales, enfermedades pulmonares, problemas renales, etc.
Tan solo para el transcurso diario, algunos necesitarán ayuda con tareas sencillas y básicas como bañarse, vestirse y hacer sus necesidades.
Pero pedirles a personas sin capacitación o experiencia en ese tipo de trabajo que proporcionen tales servicios, dijo, es como darle a un conductor sin licencia de manejar las llaves a un camión de 18 ruedas. Y esos cuidadores también informan de depresión y agotamiento que puede acompañar el estar siempre de guardia.
Hasta el momento, Connie Nakano del Departamento de envejecimiento dijo que unas 6,000 personas han completado más de 25,000 cursos y han ganado más de 2 millones de dólares en incentivos, mientras mejoraban su capacitación y su capacidad de prestar la ayuda que la gente mayor y sus familias necesitan.
Las personas elegibles para el programa deben ser cuidadores sin licencia, ayudantes de asistencia médica con certificación o ayudantes de enfermería con certificación que viven y trabajan en California.
La capacitación gratuita para el avance profesional está abierta para las personas que prestan cuidados sin remuneración a adultos mayores o a personas con discapacidades – incluyendo amigos y familiares – en una casa o entorno comunitario, aunque no se aplican los incentivos.
Las personas que prestan cuidados ya remuneradas por una empresa que no sea In-Home Supportive Services pueden recibir incentivos por tomar los cursos. Es elegible el personal de IHSS con un segundo trabajo en otro lugar. También es elegible el personal que trabaja para una organización en virtud de un contrato del condado para proporcionar atención de IHSS.
CalGrows es “un programa integral”, dijo Anni Chung, Directora Ejecutiva de la organización Self Help for the Elderly de San Francisco, que lleva en funcionamiento desde 1966 y desempeña servicios actualmente a más de 40,000 clientes por año con servicios sociales y de salud, educación y recreación.
“Nos permite la oportunidad de capacitar a nuestra plantilla de 411 personas”, dijo, y presta actualizaciones de capacitaciones que necesitan para volver a certificarse cada dos años. Y, dijo, “es una excelente oportunidad para que inmigrantes recién llegados desarrollen trayectorias profesionales”, facilitando los conocimientos que necesitarán para aprobar los exámenes de obtención de licencias administrados por el estado.
Una de esas personas, Mei Guo, llegó en 2005 y empezó casi enseguida a trabajar como cuidadora sin licencia. “Estaba apasionada, pero también estaba confundida y sentía que era un reto para mí”, dijo a través de un/a traductor/a.
Pero al comenzar a tomar cursos a través de Self Help for the Elderly , “Rápidamente me di cuenta de que esto podría ser un punto de inflexión en mi desarrollo profesional”, continuó Guo. “Después de obtener mi licencia pude prestar un servicio de cuidados de mayor calidad para la gente mayor que cuidaba, no sólo mejorando su calidad de vida, sino también aportando tranquilidad de espíritu a su familia”.
Programas como este, agregó, “Ayudan a las personas monolingües que no hablan inglés y que buscan empleo, inmigrantes como yo, para quienes las barreras lingüísticas suponen un reto importante … proporcionando no sólo capacitación profesional, sino también un puente para la comunicación y aprendizaje, permitiéndonos encontrar nuestro lugar en esta sociedad multicultural de los Estados Unidos. A través de esta formación mejoramos no sólo nuestras habilidades profesionales, sino también aprendimos a integrarnos en esta sociedad”.
Se ofrecen los cursos en nueve idiomas: Inglés, español, armenio, cantonés, coreano, mandarín, tagalog, ruso y vietnamita. Entre los temas se incluyen la enfermedad de Alzheimer y la demencia relacionada, la diversidad cultural, la seguridad alimentaria, el control de infecciones y el autocuidado para cuidadores/as, pero hay muchos, muchos más.
Las personas que cuidan de las personas enfermas o con discapacidades pueden inscribirse en el programa en línea en calgrows.org, por teléfono al (888) 991-7234 o por correo electrónico a [email protected].
“Ofrecen cursos que pueden adaptarse a la agenda de cualquier persona”, dijo Polk. Los hay cortos, repasos de un cuarto de hora o media hora una sola vez, más largos que se pueden completar en línea, con pausas según sea necesario, y otros que son bastante más largos. “Sólo depende realmente de cuánto tiempo tenga el/la estudiante”.
Mientras siga disponible el programa, Joe Rodríguez, un miembro de la mesa redonda y periodista jubilado, dijo que se inscribiría en seguida.
Actualmente cuida de su hermana que se dedicaba a cuidar de las necesidades de sus padres cuando Rodríguez trabajaba en el San Jose Mercury News.
Es soltero y su hermana, que no tiene más familia, ya no puede caminar, bañarse o cocinar, y necesita ayuda para llegar a casi cualquier sitio, incluso a veces por casa.
“Vamos a vivir juntos mucho tiempo”, dijo. “Sus necesidades van a profundizarse cada vez más. Da bastante miedo”.
Hace años, Rodríguez dijo que escribió un artículo acerca de las luchas de su hermana para cuidar a sus padres y cómo se merecía un descanso.
“Nunca recibí tanto correo de odio”, recordó, más que por cualquier otra cosa que había escrito, de gente que insistía que era un deber cuidar a la gente mayor. “Va a ser un camino difícil mejorar las cosas, como también lo va a ser para mí personalmente”.
El programa de CalGrows en su estado actual terminará al final de agosto, debido a las reglas que vinieron con los dólares federales que lo financian.
Polk y otras personas manifestaron su esperanza de que las oportunidades educativas sigan existiendo, aunque se acaben los estipendios, pero esto está aún por ver.