Por Mark Hedin, Ethnic Media Services
Un nuevo informe del Centro Brennan para la Justicia examina las llamadas ‘auditorías’ ya en marcha o propuestas para cinco estados que votaron sustituir a Donald Trump por Joe Biden como presidente en las elecciones del 3 de noviembre, 2020.
“Mientras que los detalles son diferentes, en cada caso, las revisiones electorales propuestas no satisfacen las medidas básicas de seguridad, exactitud, y fiabilidad que deben estar en su debido puesto para todas las revisiones electorales. Y los “auditores” mismos no cumplen los estándares de objetividad”, según el informe.
Además de Arizona, proyectos similares están tomando forma en Pensilvania, Georgia, Wiscónsin y Míchigan, estados que ganó Biden en las elecciones generales.
“En cada estado”, observa el informe, “los funcionarios electorales han llevado a cabo auditorías post-elecciones sin ningún hallazgo de fraude generalizado”.
“Que estos esfuerzos estén ganando terreno más de seis meses después de la certificación de las elecciones es una luz de advertencia roja parpadeante”, declara el informe.
“Los intentos partidistas de revisar los resultados electorales están organizados por personas asociadas públicamente a las teorías de conspiración pro-Trump”.
“Las cinco llamadas ‘auditorías’ están disfrazadas de misiones investigadoras, pero su intención es crear pruebas donde no existen – pruebas falsas del mito que las elecciones de 2020 se decidieron de forma equivocada y falsa validación de las restricciones al voto que ahora recorren el país”, dijo Gowri Ramachandran, abogado en el Programa de Reforma Electoral del Centro Brennan.
“Los procedimientos propuestos para estas revisiones no están diseñados para obtener resultados seguros y exactos y son radicalmente diferentes a los procedimientos de integridad electoral comprobados, como las auditorías de conteo post-electorales llevadas a cabo rutinariamente por funcionarios electorales en todo el país”.
Alternativamente, el informe continúa, “Estos planes tienen graves deficiencias en cuanto a seguridad básica, exactitud, fiabilidad y transparencia”.
Entre los problemas identificados en el informe tenemos el de que los contribuyentes de Arizona estarán obligados a pagar $2.2 millones para sustituir las máquinas de votación en cuestión, porque los procedimientos de auditoría violan los estándares federales para mantener seguros los materiales electorales.
Dado el fallo de las auditorías en seguir los protocolos establecidos para manipular los materiales electorales, por ejemplo dando acceso a contratistas no acreditados a máquinas de votación, como ya ha ocurrido en Míchigan y Pensilvania, es razonable esperar que otras jurisdicciones incurran en costos similares, según el informe.
Mientras que la ya a menudo extendida auditoría de Arizona está limitada al Condado de Maricopa, Wiscónsin está emprendiendo un plan similar que podría abarcar el estado entero.
Pero el informe del Centro Brennan observa: “Inmediatamente después de las elecciones de 2020 y antes de la certificación de los resultados de las elecciones, los funcionarios electorales de Wiscónsin llevaron a cabo una auditoría legalmente asignada por mandato del equipo de votación que se usó en las elecciones de 2020.
Esta auditoría confirmó que ninguna máquina de votación que se auditó cambió votos de un candidato a otro, contó votos incorrectamente, o cambió los totales de los votos de ninguna manera.
Además de la auditoría oficial, la campaña de Trump ejerció su derecho estatutario a pedir y pagar por un recuento manual de los votos en los dos condados más poblados de Wiscónsin – Dane y Milwaukee – que también confirmaron la victoria de Biden en esos condados, hallando, por cierto, que la victoria de Biden había hecho un recuento a la baja por 87 votos.
No obstante, después de que legisladores republicanos de Pensilvania y otros 12 estados visitaran el sitio de la “auditoría” en Arizona, Doug Mastriano, senador estatal republicano de Pensilvania, lo llamó “el modelo a usar” y propuso que su estado siguiera el ejemplo de Arizona.
Incluso Stephen Richer, registrador del Condado de Maricopa de Arizona, un republicano, se rió de la idea: “Esto es una locura y no es competente desde ningún punto de vista”, dijo en CNN. “Yo diría a ‘esta no es la auditoría que quieres, está lejos del estándar de oro”
“Los actores partidistas se aprovechan fácilmente de las investigaciones que carecen de la transparencia procesal, competencia, independencia y objetividad”, concluye el informe del Centro Brennan.
“Ahora, en 2021, los defensores de la mentira de que las elecciones de 2020 fueron robadas están intentando usar la mera existencia de estas auditorías ficticias para promover sus objetivos, tal como se aprovecharon de la existencia de numerosas demandas sin fundamentos en el periodo previo al intento de insurrección del 6 de enero”.
“Las revisiones partidistas de las elecciones certificadas que se están haciendo en el país – a pesar de un sinfín de evidencia de que los resultados fueron justos y legítimos – representan más que una pausa en las mejores prácticas de la administración de elecciones. Son una amenaza existencial a nuestra democracia”.
El Centro Brennan, el 11 de julio, anunció la creación de una nueva página web, “https://notanaudit.com/,” desarrollada con States United Action, Fair Fight Action y United to Protect Democracy, para proporcionar más detalles sobre el proceso de la llamada “auditoría” en los cinco estados.
Mark Hedin is a reporter for Ethnic Media Services. He has previously written for the Oakland Tribune, the Central City Extra, the San Francisco Chronicle, El Mensajero, the San Francisco Examiner and other papers.