Por Alfredo Gonzalez and Jon Christensen
Los parques y la sombra de los árboles son literalmente una cuestión de vida o muerte para Los Ángeles. Esto es especialmente cierto en medio de una ola de calor extremo en verano. Un reciente estudio de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) ha cuantificado el beneficio.
Los investigadores descubrieron que si las zonas del condado de Los Ángeles que actualmente tienen una cubierta arbórea y una superficie de parques por debajo de la media alcanzaran la media, los angelinos que viven hoy en día, disfrutarían de casi un millón de años más de esperanza de vida. Y eso tiene un impacto sobre todos los demás factores, como los ingresos de las familias y el acceso a los servicios de atención médica.
Piénselo por un momento. El beneficio es especialmente conmovedor para los niños pequeños que crecen en las comunidades de color con bajos ingresos y escasos parques de Los Ángeles. Es probable que un niño nacido en el sureste de Los Ángeles muera 10 años antes que uno nacido en el Westside (lado oeste). No todo se debe a la falta de parques y sombra de árboles. Pero podemos hacer algo por los parques y los árboles.
Los Ángeles está dando importantes pasos para rectificar las grandes disparidades en espacios verdes, pero no lo suficientemente rápido. Hay dos escollos. Están relacionados. Y ambos pueden ser resueltos.
El primero es la financiación. El segundo es la capacidad de los gobiernos municipales para recibir fondos y ejecutar proyectos.
En la ciudad de Los Ángeles, la alcaldesa Karen Bass aumentó el presupuesto del Department of Recreation and Parks (Departamento de parques y actividades recreativas) de 318 millones de dólares este año fiscal a 337 millones el año que viene. Se trata de un modesto aumento del 6%, pero ni de lejos suficiente para hacer mella en las necesidades de la ciudad.
Los Ángeles tiene un retraso de 2,100 miles de millones de dólares en mantenimiento postergado de parques e instalaciones recreativas. Muchas instalaciones han quedado inutilizables. Cuando se hace el cálculo del costo de la mano de obra y los gastos de mantenimiento, el Departamento de Parques y Actividades Recreativas tardaría 60 años en ponerse al día con los trabajos pendientes y mucho menos en pensar en algo nuevo. La ciudad está a punto de perder unos 4 millones de dólares al año de los fondos para parques proporcionados a través del actual bono para parques de la Proposición K, que expira en 2026.
Para colmo de males, el año pasado los votantes rechazaron rotundamente la Proposición SP, una medida electoral concebida apresuradamente para sustituir a la Proposición K para generar 227 millones de dólares al año a partir de un impuesto predial o de parcela (parcel tax) que sería destinado para parques.
En el condado de Los Ángeles, el Distrito de Parques Regionales y Espacios Abiertos (Regional Parks and Open Space District) está recibiendo casi 90 millones de dólares al año de la Medida A, un impuesto sobre la parcela aprobado por los votantes en 2016. Se han designado millones de dólares para apoyar a las comunidades de alta necesidad para preparar propuestas para proyectos de parques. Pero muchas ciudades más pequeñas y con poco personal no tienen la capacidad de aprovechar el financiamiento. Como resultado, millones de dólares se quedan sobre la mesa.
A nivel estatal, la legislatura redujo significativamente el financiamiento para un programa ejemplar y de éxito que destina fondos para los parques de barrio en comunidades muy necesitadas del presupuesto de este año. Si ese programa se financiara al mismo nivel que se ha financiado en los últimos 10 años durante otra década, podría reducirse a la mitad el número de californianos que no tienen un parque de barrio a poca distancia de sus casas.
Es probable que la legislatura incluya parte de la financiación en una medida de bonos para el clima y los recursos naturales que se espera que se someta a votación en todo el estado el año que viene. Eso es bueno. Pero el programa de parques locales no debería tener que parar y empezar de forma errática, como ha ocurrido en el pasado, a la espera de nuevas inyecciones de fondos.
A nivel federal, la inyección de miles de millones de dólares en financiamiento de infraestructuras destinadas para el reverdecimiento urbano está siendo tan rápido que muchas comunidades desfavorecidas simplemente no pueden prepararse con la rapidez suficiente para rastrear siquiera el potencial de los proyectos, y mucho menos para presentar propuestas en tiempo y forma.
El problema es que muchas de las 88 ciudades del condado de Los Ángeles carecen de personal para buscar financiación local, estatal y federal para parques y otros proyectos de ecologización urbana. Incluso algunas de las ciudades más grandes, como Los Ángeles y Long Beach, necesitan ayuda urgente para planificar proyectos y buscar financiamiento.
Pero hay una forma de avanzar.
Los Ángeles es pionera en un nuevo modelo de creación de espacios verdes en barrios de bajos ingresos que carecen de parques, de una buena cubierta arbórea o de una capacidad gubernamental adecuada para construir nuevos parques. Lo llamamos “modelo Link” (modelo Enlace) porque consiste en vincular una organización comunitaria arraigada en el barrio, una organización sin ánimo de lucro con experiencia en la construcción de parques, los residentes y la administración local.
Con el apoyo de una asociación filantrópica, hemos estado probando y estudiando este modelo con socios de seis comunidades desfavorecidas del condado de Los Ángeles: Cudahy, El Monte, Long Beach, Maywood, Panorama City y South L.A.
Funciona. Una organización comunitaria local de confianza puede llevar a cabo el sólido compromiso comunitario necesario para identificar las necesidades y prioridades. Una organización sin ánimo de lucro con experiencia puede proporcionar la asistencia técnica necesaria para diseñar proyectos, redactar propuestas de subvención y gestionar contratos de construcción. Trabajando con agencias municipales dispuestas, pueden hacer el trabajo.
Los socios de estas comunidades están aprovechando con éxito los fondos locales, estatales y federales para construir nuevos parques y renovar parques existentes que están muy deteriorados.
Cuando empezamos a trabajar en Link, pensábamos que los organismos municipales podrían adquirir experiencia y capacidad para hacer este trabajo por su cuenta en el futuro. Pero como nos dijo un administrador de una pequeña ciudad: “Este es el modelo”. La ciudad seguirá necesitando los servicios esenciales de los socios de Link. Es literalmente un esfuerzo de toda la comunidad.
Nos entusiasma ver este éxito. Pero seis comunidades no son suficientes. Se necesita la ayuda de todos los niveles de gobierno para financiar y ampliar este enfoque para hacerlo llegar a más comunidades con grandes necesidades lo antes posible. Se trata de algo más que de equidad, por muy importante que sea. Es un asunto de vida o la muerte para muchas comunidades de Los Ángeles.
Alfredo González es Directordel Resources Legacy Fund (Fondo de Legado de Recursos) para el Sur de California. Jon Christensen, es investigador del Centro Luskin de Innovación de la UCLA (Universidad de Californiaen Los Ángeles), completó recientemente un estudio sobre la iniciativa Link. (Imagen destacada vía Wikimedia Commons)
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