El padre José Rodríguez, vicario de la Iglesia Episcopal Jesus de Nazaret en Orlando, Florida, no tiene pelos en la lengua para calificar lo que ha pasado con el proceso de crear nuevos distritos electorales en su estado después del Censo 2020.
“Es un absoluto fracaso”, apunta Rodríguez. “El gobernador DeSantis nos está tratando como si esto fuera una plantación y él fuera un mini rey. En mi opinión, sus políticas marginan y matan a las comunidades minoritarias”.
Rápidamente, Rodríguez se disculpa por “ser tan fuerte” con sus palabras. “No tengo otras palabras para explicar lo que estamos viendo”.
Solo horas después de la entrevista con el sacerdote, el senado de Florida aprobó un mapa de distritos para el Congreso federal que fue creado unilateralmente por la oficina del gobernador De Santis.
En una sesión especial, convocada por DeSantis luego de vetar el mapa diseñados por los legisladores — que ya habían sido criticados por disminuir la voz de ciertos grupos minoritarios buscando aumentar maximizar distritos republicanos — el voto del senado fue totalmente partidario: 24-15.
El mapa presentado por DeSantis dividió a comunidades afroamericanas y latinas, mayormente puertorriqueñas, de Florida Central, y como consecuencia redujo notablemente el progreso que los demócratas habían hecho como consecuencia del crecimiento de ciertas comunidades.
En el caso de los afroamericanos, promete reducir a la mitad los representantes de esa comunidad.
El plan de De Santis, que probablemente sea también refrendado por la cámara baja de la legislatura de Florida, eliminó dos de los cuatro distritos ocupados por afroamericanos: el de los congresistas Al Lawson de Tallahassee y Val Demings de Orlando.
De acuerdo a Henry Mendoza, director de relaciones externas de la iglesia liderada por Rodríguez, el mapa también “rompió en pedazos” la ciudad de Kissimmee, uno de los centros de la diáspora puertorriqueña en Florida.
Rodríguez agregó que el mapa de De Santis también se enfocó en un distrito del condado de Seminole donde una congresista demócrata de origen Vietnamita había arrebatado un asiento a un republicano.
“Con los cambios, ella no va a ser candidata de nuevo ya que el distrito pasó a ser republicano en el plan de DeSantis”, afirmó el sacerdote.
El gobernador, un admirador del expresidente Trump de quien se dice aspirará en algún momento a la presidencia, ha estado llevando a cabo una batalla para “disminuir las voces de las poblaciones diversas y sobre todo, la afroamericana y la latina”, afirmó Rodríguez.
El sacerdote, de origen puertorriqueño y vicario de una iglesia cuyo activismo es legendario en la zona central de Florida, dijo que las políticas del gobernador DeSantis han y seguirán perjudicando a las comunidades de color en el estado.
Aparte de la redistribución, el vicario menciona medidas que el gobernador ha tomado hacia la pandemia y las vacunas, como otro ejemplo de lo que ha perjudicado a comunidades de minorías.
“Nos dejó morir en la pandemia, nos negó recursos, nos quitó la vacuna y ahora nos quiere quitar la voz: si no nos mata nos calla”, dijo, señalando que De Santis mandó a ir en contra de las recomendaciones del Centros para Control de Enfermedades (CDC) para decir que los niños no deben vacunarse.
Rodríguez dijo que aunque sus iglesias (Christ the King y Jesus de Nazaret) no hacen partidismo, sí pueden defender a su comunidad de lo que calificó una violación a sus derechos humanos. Afirmó que de ahora en adelante se van a enfocar en el registro de votantes.
Estas iglesias tienen más de 60 años en el área de Orlando y fueron fundadas con una misión de justicia social, explicó. Las mismas tenían sacerdotes afroamericanos incluso antes de la segregación y en los años de la gran migración cubana, ofrecieron albergues para esos refugiados.
Aparte de esto, manejan un banco de alimentos -una “bodeguita”-en su área en lo que es un desierto alimenticio con poco acceso a alimentos frescos y también ofrecen comida criolla. “Y amamos a Jesús, por eso hacemos todo esto”, apuntó.