Wednesday, December 18, 2024
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    La Medida S protege las fuentes y el suministro de agua del condado de Santa Clara

    Este noviembre, se les preguntará a los votantes del condado de Santa Clara si quieren incrementar los fondos existentes para controlar las inundaciones y restaurar los arroyos y riachuelos que ayudan a proveer sus fuentes de agua potable.

    La Medida S y su financiación destinada a la infraestructura para la administración de agua se han vuelto más urgentes a medida que el estado lucha contra incendios forestales sin precedentes y algunos de los inviernos más lluviosos de los que se tiene constancia, justo cuando finalmente emerge de una sequía de 5 años.

    “Se espera que habrá lluvias más intensas y períodos de sequía más largos e intensos”, según Frances Moore, profesora de ciencias climáticas y economía ambiental en la Universidad de California en Davis. El aumento de la variabilidad es “uno de los efectos del cambio climático en las lluvias”, dijo.

    La Medida S es el “Programa de protección contra inundaciones naturales y para tener agua limpia y segura”, y requiere una mayoría de dos tercios del apoyo de los votantes para ser aprobada. Extendería la Medida B, aprobada por el 74% de los votantes del condado en 2012, que estableció un impuesto a las parcelas que se ha establecido que expirará en 2028. La Medida S cobraría impuestos a los dueños de propiedades con la misma tasa de la Medida B, es decir, $.006 por pie cuadrado anualmente, hasta que los votantes decidan ponerle fin.

    Los dueños de propiedades están pagando alrededor de $65 dólares anuales, lo que aporta al condado $45.5 millones de dólares. Las personas de la tercera edad pueden ser exentas del impuesto.

    Desde que se aprobó la Medida B, los fondos se han utilizado para limpiar cientos de campamentos de personas sin hogar y para remover toneladas de escombros a lo largo de los lechos de los arroyos, dijo Rick Callender, CEO de Valley Water, la agencia del distrito responsable de salvaguardar el agua potable del condado. Otros esfuerzos incluyen el control de las inundaciones a lo largo del Río Guadalupe Alto (Upper Guadalupe River), la parte baja de Berryessa, los arroyos de San Francisquito y Llagas, y los y diques en Alviso, dijo.

    Un comité de ciudadanos supervisa el gasto, que es auditado independientemente cada cinco años.

    La Medida S destina $263 millones de dólares para los esfuerzos de control de inundaciones en general. De ese total, $41 millones de dólares se destinan específicamente a Coyote Creek, la fuente de gran devastación en febrero de 2017.

    La represa de Anderson, que había estado liberando tanta agua como pudo durante más de un mes, finalmente se desbordó hacia Coyote Creek, inundando Rock Springs, Summerside y otros vecindarios. La inundación causó más de $100 millones de dólares en daños y 14,000 personas tuvieron que ser evacuadas.

    “Muchos de mis electores aún no se han recuperado completamente de eso”, escribió la congresista Zoe Lofgren, en una declaración de junio, en apoyo del trabajo de preparación en caso de sismos en la represa. Lofgren representa al distrito y ha respaldado la Medida S.

    Otros $54 millones de dólares de la Medida S ayudarían a construir un túnel de salida en la represa de Anderson, la más grande de las 10 represas de Valley Water, para desviar el agua hacia las plantas de tratamiento y el acuífero.

    La represa, construida en 1950, fue construida, sin darse cuenta, sobre dos fallas sísmicas. Se cree que corre el riesgo de colapsar por completo si hubiera un terremoto de magnitud 7.25 sobre la falla de Calaveras o si se produjera un terremoto de magnitud 6.6 en la falla de Coyote Creek.

    Valley Water no está sola en sus esfuerzos por modernizar la gestión del agua en el condado de Santa Clara. La Comisión Federal Reguladora de Energía ha ordenado a la agencia que empiece a liberar agua desde la parte trasera de la represa el 1 de octubre, con la intención de drenarla por completo.

    Y Robert Rivas, miembro de la asamblea estatal de Hollister, está esperando la firma del gobernador Newsom en su AB3005. Aprobada por la mayoría de la legislatura estatal, daría prioridad al gasto estatal de $576 millones de dólares en la represa de Anderson y para el trabajo necesario en la reserva de agua.

    Heather Cooley, directora de investigación del Pacific Institute, predice que el calentamiento climático seguirá presentando problemas a los sistemas de agua de todo el estado.

    “Hay mucho que podemos hacer para que nuestros sistemas de agua y aguas residuales sean más resilientes”, dijo. También dijo que una “gran oportunidad”, es reciclar el agua de manera más eficiente.

    “Reciclamos muy poco en el área de la bahía”.

    Añadió que, aunque se espera que las precipitaciones anuales en general se mantengan bastante constantes, el aumento de las temperaturas incrementará la demanda de agua en el verano.

    En combinación con la disminución de la cantidad de agua almacenada en los mantos de nieve de las montañas debido al aumento de las temperaturas, es el momento de “un cambio radical” en la infraestructura del agua, según Cooley.

    La Medida S también incluye la financiación de subvenciones comunitarias para proyectos educativos y de conservación. Una de ellas es el programa “Adopt-a-Creek”, que recluta voluntarios para el Programa de Mantenimiento de Flujos del distrito de agua.

    Como medidas para la protección contra las inundaciones, los trabajadores y voluntarios eliminan las malas hierbas, las plantas que no son nativas del lugar y todo lo que impida el flujo del agua, como rocas, árboles que han crecido demasiado, basura y escombros, y estabilizan los bancos de los arroyos que han sido erosionados. Actualmente, este trabajo se está llevando a cabo en 30 lugares.

    Un estudio realizado en 2018 por el Instituto Nacional de Ciencias de la Construcción, de carácter público-privado, determinó que cada dólar gastado en la “mitigación previa a los desastres” ahorra $6 dólares en costos cuando ocurren los desastres.

    Según el informe, ese beneficio, “sólo puede incrementarse a medida que los eventos climáticos extremos, provocados por el cambio climático, aumenten en frecuencia y fuerza”.

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