Ditas Katague, Director of the California Complete Count- Census 2020 Office.
Siendo el 1 de abril, el 37.9% de los hogares de California han completado sus cuestionarios del Censo, según informó Ditas Katague, director del Comité para un Conteo Completo del estado, durante una teleconferencia sobre el “Día del Censo”.
La tasa de respuesta a nivel nacional fue ligeramente superior, 38.4%, pero la población de California, que es de 40 millones, incluye 11 millones de personas que la Oficina del Censo considera “difíciles de contar”, es decir, más que toda la población de Georgia, según dijo Katague.
El maratónico esfuerzo de California para que todos sean contados antes de la fecha límite del 14 de agosto incluye a los inmigrantes, los infantes, los ancianos, los encarcelados, las personas sin hogar, y aquellos que no hablan inglés.
Antes de la fecha límite, los “encuestadores” de la Oficina del Censo habrán visitado los hogares que no respondieron a sus formularios del censo por internet, por teléfono o por correo. Los encuestadores comenzarán su trabajo el 28 de mayo y volverán varias veces, si es necesario, para tratar de completar los cuestionarios.
La fecha límite para completarlos era el 31 de julio, pero fue extendida por dos semanas, hasta el 15 de agosto, en respuesta al brote del virus CORVID-19. Otros aspectos del cronograma del Censo 2020 también han sido alterados, como el calendario para el entrenamiento y envío de los encuestadores.
“Tiene que ver con el poder, se trata de dinero, se trata de datos”, dijo Katague.
A nivel nacional, cerca de $1.5 billones de dólares cada año (https://tinyurl.com/Census-directedUSspending) del gasto del gobierno federal es asignado según los datos del censo. Esos datos definen el financiamiento federal para emergencias, tales como el coronavirus.
“Sólo debemos saber que ser contado es muy importante cuando se trata de la respuesta a las emergencias”, dijo Katague.
Además de todo ese gasto federal, los datos del censo determinan cuántos escaños son asignados para cada estado en el Congreso.
“Tener representación, tener una voz, hacerse escuchar, y asegurarse de que los dólares que enviamos a Washington regresan a nuestra comunidad”, eso tiene que ver con el tema del poder, explicó Katague. “Si California pierde un escaño en el Congreso y en su lugar lo obtiene Carolina del Norte o Texas, no puedo ni imaginar el impacto que tendría.”
Y la financiación para la atención médica es un tema de preocupación muy particular, añadió.
California ha asignado unos $187 millones de dólares a la promoción y comunicación sobre el censo de este año, mucho más que cualquier otro estado del país y muchas veces más lo que gastó en 2010. Ese año, la “gran recesión” hizo que Sacramento se quedara sin dinero. Diez años antes, en el 2000, California se convirtió en el primer estado en financiar los esfuerzos para la promoción del Censo.
El estado no se encarga de hacer el conteo, sólo la promoción, explicó Katague.
“Así que solo les pido a todos: ¿podrían responder esas nueve preguntas?” (https://tinyurl.com/2020census-ninequestions)
No volveremos a tener la oportunidad de contar a todos sino hasta el año 2030. Mientras tanto, por cada persona que vive en California que no sea contada este año, la comunidad perderá unos $10,000 dólares anuales en fondos federales. Esos dólares de impuestos federales se destinan a la construcción de carreteras, al personal de las escuelas, al pago de la atención médica y las necesidades nutricionales y muchas cosas más: más de 300 programas federales.
Jun Lim, de “Asian Americans Advancing Justice-Los Angeles” (AAAJ-LA), también participó en la teleconferencia. Como uno de los mensajeros de confianza del estado en sus esfuerzos de promoción y difusión, AAAJ ha destinado una línea telefónica directa para cualquier persona con preguntas o inquietudes sobre el censo: (844) 202-0274 (2020API).
Lim citó una necesidad constante de ayuda culturalmente competente para lograr que se cuenten las comunidades de asiáticos americanos e isleños del Pacífico y hawaianos nativos. Se considera que esa población es la que tiene “menos probabilidades” de responder al Censo, dijo, a pesar de ser el grupo de inmigrantes de más rápido crecimiento en el país. Entre las razones para ello, se incluye la cautela con respecto a las intenciones del gobierno y la falta de conocimiento sobre el papel que cumple el Censo en el gobierno de los Estados Unidos.
Para fomentar la participación, la AAAJ ha ayudado a crear el sitio web: countusin2020.org, donde la información del censo está disponible en docenas de idiomas, entre ellos el español, chino, tagalo, urdu, tailandés, punjabi, hmong y muchos más.
Basim Elkarra, que dirige la promoción del Censo para el Consejo de Relaciones Americano-Islámicas, describió el cambio que ha llevado a evitar los eventos en persona, a causa de la pandemia, a favor de la comunicación por centrales para llamadas telefónicas, seminarios por internet y WhatsApp, la distribución de folletos en varios idiomas en las tiendas de abarrotes, y el reclutamiento de personal que habla diferentes idiomas para ayudar a resolver la confusión sobre el Censo de 2020.
Elkarra señaló que, en el caso de la población somalí y del Oriente Medio y Norte de África: “Cuando alguien habla su idioma, se crea confianza.
La gente se tomará más en serio nuestra comunidad cuando vea las cifras reales”. Y citó el tan bajo conteo de personas de Armenia en California y en los EE.UU. en general como una razón clave de por qué están subrepresentados.
A mediados de marzo la Oficina del Censo comenzó a enviar sus “invitaciones” para participar a todas las direcciones conocidas. Las invitaciones indican cómo rellenar los formularios de Censo por internet, respondiendo a nueve preguntas. Pero incluso los hogares que no han recibido una invitación pueden responder en internet: my2020Census.gov
Si no puede responder en internet, puede llamar al (844) 330-2020 para responder a las nueve preguntas por teléfono, llenar los cuestionarios que llegan por correo y mandarlos de vuelta, o esperar a que un encuestador venga a tocar su puerta.
El panel tocó el tema de que hay inquietudes acerca de cómo saber si una persona que dice ser un encuestador del Censo realmente lo es: tendrán una identificación, un número de teléfono local para verificar la identificación, una bolsa oficial y un dispositivo electrónico de mano con las nueve preguntas. Y en cuanto a la privacidad de la información. Hay estrictas normas de confidencialidad que protegen la información personal que la gente da para que no sea revelada, ni siquiera a otros organismos gubernamentales o propietarios de viviendas.
Todos los participantes del panel informativo indicaron que cualquier persona que esté preocupada por las órdenes de quedarse en casa o la contaminación por virus, lo mejor es responder al formulario del Censo en internet, en: www.my2020Census.gov
“Mi mensaje principal es que participar es seguro para todas las personas de California”, dijo Katague.
Mark Hedin is a reporter for Ethnic Media Services. He has previously written for the Oakland Tribune, the Central City Extra, the San Francisco Chronicle, El Mensajero, the San Francisco Examiner and other papers.