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Trabajar bajo calor extremo no es una opción para trabajadores inmigrantes

Tienen que soportar temperaturas de 115 grados para llevar comida a sus casas.

By El Impulso News

  • Tienen que soportar temperaturas de 115 grados para llevar comida a sus casas.
  • El Dr. Ilan Shapiro, de Altamed, da recomendaciones para las personas que trabajan fuera.

Los Ángeles, California – Si trabajar en Los Ángeles con temperaturas que llegan a superar los 90 grados Fahrenheit es difícil, mucho más lo es en Palm Spring dijo Carlos Argueta y su grupo de compañeros inmigrantes que trabajan removiendo plomo de las viviendas del Sur de California.

Antes de las 10 de la mañana ya habían tomado dos botellas de agua porque el calor que llegan a tener tras su vestimenta de ropa, su traje plastificado blanco y su mascarilla supera los 105 grados a una temperatura de 80 grados Fahrenheit en el ambiente.

Y si la temperatura es más fuerte y el sol se ensaña con ellos la temperatura puede llegar a 115 dicen los trabajadores.

Trabajar frente al calor es sumamente difícil para ellos, pero no tienen otra alternativa, confiesa el inmigrante mexicano Salomón N.

El inmigrante centroamericano Carlos puede soportar un poco más el calor extremo, pero de toda formas es un trabajo duro hacerlo con las altas temperaturas que se registran cada vez más fuertes por el cambio climático, lo que puede originar un golpe de calor.

Los trabajadores han escuchado testimonios de compañeros que se han desmayado por golpes de calor por eso dicen que tienen que tomar agua antes de que les de sed porque de lo contrario estarían expuestos a mareos y saben que son muy peligrosos cuando ellos están arriba de las casas o en las escaleras raspando y removiendo las pinturas viejas con plomo de las viviendas.

Carlos, quien tienen 22 años, soporta más el calor que su compañero mexicano Salomón de 50 años que trabaja desde hace 6 años removiendo plomo al mismo ritmo de sus compañeros, aunque él no se sube tan alto porque no tiene la misma agilidad de los trabajadores jóvenes. 

Salomón confiesa que si en Los Ángeles es difícil el trabajo con el sol y temperaturas altas, más lo es cuando les toca trabajar en Palms Spring donde las temperaturas llegan a 100 y 110 grados Fahrenheit por lo que tienen que beber agua cada 10 ó 20 minutos. “Mucha gente no aguanta el calor y les causa mareos”, confiesa tras indicar lo importante que son los cursos de seguridad para los trabajadores.

Una situación similar sucede con los jardineros, tal es el caso de Fausto Hernández originario de Oaxaca, México, quien recordó una mala experiencia que sufrió hace 10 años.

“Hubo un tiempo en que me enfermé por el sol tan fuerte que me daba en la espalda cuando me agachaba para trabajar con el césped y mi cuello quedaba descubierto porque en ese entonces sólo usaba una gorra de béisbol en la cabeza”, recordó. “”Entonces en esa área me salió como salpullido e irritación en la piel, me fuí a ver al doctor y me recetó unas pomadas y con eso se me quitó, eso me sucedió cuando estaba trabajando en la ciudad de Encino y el calor era bien tremendo”.

“Pero desde entonces ya no he vuelto a tener problemas, ahorita ya uso sombrero para protegerme el cuello junto con la cabeza y playeras de mangas largas y sí tomó mucha agua por eso nunca me siento deshidratado, ni mareado”.

 “Nosotros tenemos una hora para comer”, explicó. “Algunos compañeros aprovechan para descansar y dormir un rato pero yo nunca lo hago, la cosa es terminar lo más rápido posible para irme a casa a disfrutar el día”.

Expresó que ya tiene 23 años trabajando como jardinero y ya se acostumbró a laborar bajo el sol con altas temperaturas, agregó que cuando éstas estuvieron a más de 90 grados Fahrenheit le tocó ir a trabajar en el área del Valle de San Fernando y se llevó a sus 2 hijos Jael de 20 años y Yamil de 14 años de edad y no les pasó nada porque cada rato tomaban sombra y bebían agua, lo que sí pasó es que les dio mucho cansancio al final del día y de regreso a su casa venían dormidos.

Por su parte, el doctor de Altamed, Ilan Shapiro, señaló que al momento que las personas están expuestas repentinamente a altas temperaturas el cuerpo no tiene tiempo para ajustar su funcionamiento y eso puede hacer que tengan más posibilidades de deshidratación, agregó que eso también nos acerca mucho más a tener lo que es un golpe de calor y de esa manera terminar con consecuencias y necesitar ayuda y atención médica en un hospital.

“Por eso lo más importante en dado caso que vamos a estar trabajando en exteriores bajo altas temperaturas es asegurarnos que estamos usando ropa adecuada, utilizar un sombrero, gafas oscuras y sobretodo tomar agua en más cantidad”, resaltó. “Porque esas cosas pueden ayudar en dado caso que tengamos malestares  como dolor de cabeza, dificultad para hablar, para movernos, cansancio, taquicardia y mucha sudoración, éstos pueden ser signos tempranos de lo que es un golpe de calor”.

“Necesitamos tomar un tiempo fuera en un lugar con temperaturas mucho más templadas hasta que se pase esto e ingerir más agua”, recomendó. “En caso que encontremos a algún compañero o nosotros mismos estemos en un estado más avanzado es importante activar los servicios de emergencia y llamar al 911”.

El director ejecutivo de la Organización Comunitaria  de Proyecto Mixteco Indígena (MICOP por sus siglas en inglés) Arcenio López explicó que con el cambio climático en los últimos años están viendo que las ondas de calor son más altas y pueden rebasar los 100 grados Fahrenheit, por lo que crearon un equipo de 15 personas multilingües en el español, mixteco, zapoteco y purépecha que están recorriendo los lugares de agricultura de los condados de Ventura, Santa Bárbara y San Luis Obispo para informarles a los trabajadores del campo sobre cómo cuidarse para prevenir los golpes de calor y para que conozcan sus derechos.

“Sus empleadores tienen la responsabilidad legal de proveerles espacios con sombras para cuando ellos tengan síntomas causadas por la deshidratación o por la exposición a altas temperaturas, el de permitirles períodos de descanso al menos dos veces en una jornada de ocho horas y proporcionarles suficiente agua para que estén hidratándose constantemente”, indicó.

“Aunque sabemos que algunas empresas no están cumpliendo con eso porque cuando estamos manejando por los campos no vemos ni techos para sombras, ni mesas con agua, ni sillas para que descansen los trabajadores”.

“Por eso les pedimos que reporten esas violaciones a sus derechos y les damos panfletos con información de las agencias de gobierno donde pueden hacerlo como Cal OSHA”, resaltó. “También los invitamos a que escuchen la radio indígena (Radio Indígena en Oxnard, 94.1 FM KIND-LP) que es una herramienta donde damos anuncios y avisos en lenguas indígenas para que los trabajadores sepan que es lo que pueden hacer para cuidarse y protegerse y además les pedimos que vengan a la oficina de Proyecto Mixteco Indígena si no saben cómo hacerlo o necesitan otro tipo de ayuda”.

El gerente de la Campaña de Justicia Laboral de MICOP, Juvenal Solano, informó que en lo que va de este año se han presentado cinco casos de trabajadores del campo que han visto violados sus derechos laborales porque no se les ha proporcionado un lugar con sombra, ni agua.

“Regularmente al año tenemos entre 5 a 10 casos de ese tipo, el año pasado tuvimos un caso de un trabajador que denunció que no les daban agua sino hasta las 10:00 a.m. cuando empezaban a trabajar a las 7:00 a.m.”, agregó. “La mayoría de las ocasiones es un trabajador quien hace la queja pero es una situación donde todos ellos están siendo afectados, cuando le llevamos el caso a Cal OSHA, ellos fueron, revisaron y comprobaron que sí era cierto y la situación se solucionó”.

“En este año se han presentado 5 casos hasta este momento”, comentó Solano. “Pero todavía esperamos que venga más calor en los meses de Noviembre y Diciembre que es cuando nos sorprenden las altas temperaturas en pleno Invierno entonces es posible que haya más quejas”.

Aunque reconoció que en muchas ocasiones los trabajadores del campo no hacen las quejas pertinentes a ninguna organización o a las autoridades debido a que tienen miedo, otros porque no conocen sus derechos o por la barrera del idioma porque hablan sólo mixteco, zapoteco o purépecha, éstos últimos son los que generalmente son más afectados.

“Muchos no se sienten seguros de quejarse, ni siquiera quieren decir sus nombres por temor a las represalias que pueden sufrir por parte de las empresas como ya ha sucedido anteriormente”, explicó Solano. “La compañía ya no los vuelve a contratar una vez que se termina la temporada por la denuncia que ellos hicieron”.

“Hay compañías que tienen diferentes centros de trabajo y cuando se avecina otra temporada laboral ya no les dan trabajo a los que se quejan, les dicen que en ese momento ya no hay trabajo pero que les van a llamar después cuando haya una oportunidad pero ya no lo hacen, entonces por eso es el miedo que los trabajadores tienen”, afirmó. “Nosotros no tenemos el número de casos que hay porque solo somos un puente entre los empleados y las agencias como Cal OSHA y la Ley Laboral como se le conoce, nosotros sólo tratamos de informar, orientar y ayudarlos”.

Solano aseveró que ante esa situación lo que sucede es que a veces los habitantes del área son los que hacen las denuncias cuando se dan cuenta que no les están dando suficiente agua para tomar o no hay lugar de sombra para los trabajadores del campo porque eso se nota a simple vista, y agregó que hasta ahora eso ha dado buenos resultados.

Esta historia fue producida como parte de una colaboración con la Oficina de Asociaciones Comunitarias y Comunicación Estratégica para su campaña de divulgación y concientización pública Heat Ready CA. Visita Heat Ready CA para obtener más información.

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